Vistas de página la semana pasada
miércoles, 24 de octubre de 2012
La Felicidad…
Este confuso sentimiento que todos presumimos sentir en algún momento y sea lo que sea y provenga de donde provenga considero que es intrínseco al ser humano y que podría ser un estado permanente.
Es tan esquivo y tan difícil de detectar que, por lo general, no le prestamos atención incluso cuando lo tenemos delante, ya que sólo nos detenemos a observarlo cuando nos desata algún sentimiento o emoción relevante en nuestro cuerpo.
La felicidad debería ser algo permanente en nosotros y nos convendría detenernos más a observar cómo puede florecer en nosotros con las cosas más pequeñas por lo que debemos verlo desde nuestro ser interior, alma, espíritu o cómo queramos llamarlo.
Me gustaría hacer a todo el mundo partícipe de este sentimiento que he encontrado en mi, desde hace muy poco me he dado cuenta de que soy una persona feliz…, algunos hasta me han dicho un “feliz de la vida”. Que por egoísmo, desidia, y todos los calificativos despectivos que quieran añadir, no he sido consciente de ello hasta hace muy poco.
Pero es ese mismo ego el que me ha llevado a darme cuenta de ello, cuando las casualidades de la vida, creo provocadas por un recién comenzado trabajo interior, me han llevado a observar esas pequeñas cosas tan fútiles como banales y esas cosas me han mostrado grados de felicidad muy resaltantes.
Sumergiéndome en estas emociones y disfrutando de ellas pues resulta… amigos reencontrados, familia, paseos por mí ciudad natal, etc. me han llevado a encontrarme con grados de felicidad mucho más notables de los que no me gustaría separarme nunca.
¡Prendamos la felicidad…! está ahí, delante de nosotros.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)